Primor
Creo que una de las razones por las que se abandona el cuidado de la piel es muy parecida a por qué descuidamos una dieta saludable: las dos requieren de constancia. En el primer caso, además, el precio de los productos cosméticos es otra razón para no perseverar. Por mucho que se insista en que la piel es un órgano delicado, que nos protege y se renueva y que necesita de atención, cada cual conoce sus circunstancia y sus prioridades. De manera que me agrada mucho cuando encuentro no una, sino dos gamas adecuada a pieles distintas, con una relación calidad-precio excelente, y además, con productos son fabricados en España, y libres de crueldad animal (para mí es un punto muy importante).
El nombre de la primera gama es Formulathions, y la podéis encontrar en Primor, una perfumería malagueña, de origen familiar, pero que ahora puede encontrarse en toda España y, lo que es aún mejor, trabaja online aquí. De la Crema Iluminadora Tourmaline me ha gustado la textura, nada grasa, basada en el aceite de almendras dulces y de rosa mosqueta. Se absorbe muy bien, es ligera e hidrata y alivia de inmediato. La sensación de brillo y de buena cara evidente se debe (o eso me dicen, yo me lo creo por el resultado) a la turmalina.
El otro producto que me encantó fue la Dead Sea Mud, una mascarilla facial purificante. Nuevamente, aquí cada cual tiene sus manías: yo prefiero las mascarillas (con ese aspecto de convertirse en un monstruo de otro planeta y luego salir renovada) a las cremas exfoliantes. Esta en concreto tiene de nuevo una base de mosqueta y almendras, a la que se añade sales del Mar Muerto y algas marinas. Muy ligera, algo tensora, aporta mucha luz y va muy bien para poros menudos como los míos, difíciles de limpiar con una textura más gruesa.
La otra gama, Coolmethics, también en Primor, cubre dos de los productos que a mí me resultan más efectivos, pero que al mismo tiempo más pereza me dan: el Sérum Facial Natural, que reafirma e hidrata inmediatamente, con extracto de arroz y de pomelo. Unas gotas se notan, sobre todo si no usáis base de maquillaje, como suelo hacer yo.
Y el otro cosmético que me es imprescindible, porque es donde más estoy notando los cambios de la edad, es el Contorno de ojos. En este caso combina aceites para nutrir y manzanilla para descongestionar. A la aplicación religiosa del contorno de ojos, añado una dieta baja en sal (sbre todo por la noche), y cuidados exquisitos para esta zona tan delicada, buena rutina de sueño y algún masaje facial drenante. De estos productos os quería hablar hoy, ahora que el buen tiempo se acerca y la piel reclama atención. Otro día comentaré algo sobre el cuidado del cabello.
Las fotos fueron tomadas por Nika Jiménez en el Real Jardín Botánico de Madrid, con luz diurna natural, sin focos ni retoques, tras haber usado durante varias semanas estos productos. Y la cara de frío es atribuible a mí, y a que, qué demonios, hacía frío.