cuandocomeresuninfiernoCuando comer es un infierno 
Aguilar, 2002

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Entrevistas:

Espido Freire: «Ser bulímica supone ser profundamente infeliz».
Beatriz Cortázar. ABC. 29 Marzo 2002

La escritora Espido Freire (Bilbao. 1974) reconoce que fue bulímica. Lo reconoce y lo escribe en el libro «Cuando comer es un infierno» (Aguilar) en el que denuncia, a base de testimonios, las razones por las que miles de jóvenes sucumben ante este mal.

– ¿Por qué lo ha escrito?

– «Cuando comer es un infierno» es un libro de testimonios. Las mujeres que me han confiado sus casos no han cometido ningún pecado, ninguna falta de la que deban confesarse, ni por la que deban pedir la absolución. Reconocer que se ha padecido una enfermedad que tiene que ver con el comportamiento y con los afectos y que no posee un origen física resulta aún muy complicado en la sociedad actual- tiende a asociarse con el descontrol, con la locura, con las manías. Por otro lado, al haberse clasificado como una enfermedad de adolescentes, se ha considerado hasta hace muy poco como poco más que una tontería. Por supuesto que es aún difìcil admitir una bulimia, una anorexia, no tanto por las/los enfermos, que están deseando hablar de ello sin que se les suponga vergonzoso, sino porque por lo general se encuentran en un entorno que juzga y encorseta sus sentimientos, que tiende al ocultamiento. Pero mi deber ético como escritora, como una voz lo suficientemente afortunada como para ser escuchada, es la de prestarla a los que no pueden hablar y creo que el tema es serio, muy serio, tan serio que no me bastaba con escribir artículos sobre ello.

– ¿Cómo se ha quedado después?

– Agotada. La promoción ha sido intensa, el impacto del libro muy grande, he recibido llamadas y cartas, contactos de personas enfermas o de sus familiares, unas con peticiones de ayuda, otras con agradecimientos: da igual, cada uno de esos casos humanos me afecta muchísimo.

– ¿Sigue siendo la bulimia una enfermedad desconocida?

– Sí. La inmensa mayoría de la gente la confunde con la anorexia, otros creen que es glotonería, otros piensan que ser bulímica es ser obesa, y en general se le resta importancia a sus efectos. Como se lleva en secreto y está cargada de vergüenza, casi nadie tiene una idea realista de lo extendida que está, y de que existen distintos grados con consecuencias y diagnósticos distintos. Otro de los problemas es que muchas de las enfermas o sus familias no saben a quién acudir en busca de ayuda.

– ¿Continúan siendo las mujeres instrumentos fáciles de modelar?

– Sí… estamos demasiado acostumbradas a que nos digan lo que hemos de hacer, cómo vestir, cocinar, limpiar, hacer ejercicio, seducir, cómo comportarnos… para colmo existe un chantaje brutal para ser «femenina», es decir, para renunciar a un carácter propio y explotar características como la dulzura, el sacrificio y la abnegación. Y, sobre todo, se nos imbuye a todas horas la necesidad de resultar sexies y atractivas, de objetualizarnos. Y las mujeres no sólo nos sometemos, sino que criticamos brutalmente a quien no lo hace.

– Buscar culpables no es fácil aunque haberlos haylos. ¿Dónde están?

– En todos los sectores que favorecen una imagen femenina pasiva, débil (física y socialmente), las desigualdades, el machismo, la supresión de sentimientos… es decir, prácticamente en cualquier parte. En el sector de la moda, en la publicidad, la televisión, las revistas femeninas y las revistas masculinas, la educación, la estructura familiar, el ambiente de trabajo…

-Ser bulímica es ser…

-Profunda y desesperadamente infeliz.

-La tiranía de las modas siempre es el punto de mira. ¿Qué opina?

-La moda ejerce una presión inmensa en las mujeres: no es la única responsable, pero no deberían negar su responsabilidad, sobre todo cuando se asocia a la publicidad. Hoy por hoy, los únicos cuerpos que tienen cabida en los medios públicos son jóvenes, delgados y prácticamente inalcanzables… obviamente, eso ayuda a sobreentender que eso es lo normal. Pero la influencia de la moda va más allá de las tallas pequeñas o las modelos delgadas. Las mujeres elegantes, las que se asocian a la moda, son por lo general admiradas y copiadas, porque se las considera exitosas y ricas. Casi todas ellas pertenecen a clases sociales ociosas, o a trabajos en los que prima el aspecto físico. Eso supone que las niñas y los jóvenes carecen de modelos de mujer trabajadoras, intelectuales, de edad mediana y carreras coherentes.

-Las grandes diferencias entre la bulimia y la anorexia son…

-Numerosas: la bulímica no posee la capacidad de control de la anoréxica. Suelen ser más impulsivas, más espontáneas, mujeres extrovertidas y brillantes en las que nadie sospecharía un problema. Comen hasta atracarse porque la comida les sirve de sedante y como modo de llenar su vacío interno, y luego se sienten tan culpables (creen que se volverán obesas, se sienten sucias, creen que han vuelto a fracasar) que intentan librarse de esa comida mediante vómitos, o laxantes, o diuréticos.

-La información es básica y su libro también informa. ¿Qué sigue haciendo falta?

-Respeto. Comedores de día. Una educación adecuada que valore los principíos femeninos tanto como los masculinos, y que favorezca la seguridad y la capacidad de las niñas. Una política eficaz que sirva para la prevención y no únicamente para la curación.

– ¿Se ceba la cirugía estética, la alimentación y la tiranía de la moda con las adolescentes?

-Sí. Ningún menor de edad debería someterse a cirugía estética, a no ser que fuera correctora, y las imágenes que se dirigen directamente a losadolescentes deberían reflejar una realidad, no el ideal. Ocurre lo mismo con las dietas de adolescencia. Si una chica de 15 años con una talla 40 decide iniciar una dieta de adelgazamiento, el problema no es físico, sino mental.

-El mejor consejo es…

-Hablar, y exigir ser escuchada.

SÍNTOMAS DE LA BULIMIA

-Comer en menos tiempo más cantidad de lo normal. 
-Sentimiento de falta de control sobre la ingesta (no poder parar o limitar la cantidad de alimento). 
-Conductas recurrentes inadecuadas para evitar el aumento de peso como vómitos, abuso de laxantes. diuréticos, ayuno, ejercicio… 
-Los episodios de sobreingesta y conductas compensatorias inadecuadas ocurren como media, do; veces a la semana en tres meses. 
-La autoestima está supeditada a la figura y el peso.

 

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«La bulimia surge por los condicionantes sociales de la mujer».
Ignacio Labanda. www.portalsolidario.net

«Yo fui bulímica, no lo oculto, pero lo que cuento en el libro es solo la percepción que tengo acerca de la bulimia: mi opinión y casos reales de la bulimia», sin mas preámbulos, así de sincera se muestra la. escritora bilbaína de 27 años. Espido Freire acaba de presentar su último libro Cuando comer es un infierno en el que entrevista a cuatro víctimas de la bulimia. En España exista entre 800.000 y 1.000.000 de casos, y la mayor parte de ellos sin diagnosticar.

Muchas personas no saben que es la bulimia.

Según los médicos consiste en ingerir cantidades excesivas de comida de forma compulsiva. No se controla el ansia. Después de comer se produce tal sentimiento de culpa, fracaso y vergüenza que, para liberarse de todo eso, se provocan vómitos o se usan laxantes. Es un trastorno psicológico que esconde profundas carencias afectivas. Lo padecen fundamentalmente las mujeres, pero también los hombres, y últimamente, por desgracia, empiezan a sufrirla muchos niños.

La idea de escribirlo, ha explicado usted misma, surgió al encontrarse con una página web que hablaba acerca de la anorexia, escrita por una chica que padecía esa enfermedad…

Yo fui bulímica, no lo oculto, pero lo que cuento en el libro es solo la percepción que tengo acerca de la bulimia; mi opinión y casos reales de la bulimia. El objetivo principal del libro Cuando comer es un infierno no es atraer la atención hacia mi historia personal, sino divulgar este gravísimo y casi desconocido problema, atajar los tópicos y hacer una tarea de divulgación. El libro tiene varios fines, uno de ellos es de romper con las ideas establecidas, como que la enfermedad la pueden padecer solamente adolescentes o que el único problema en que consiste es que la enferma o el enfermo vomita lo que come, pero son muchas más cosas las que envuelven esto. Yo quería dar una visión objetiva, verídica, y si con todo esto ofrecía alguna esperanza, una solución o incluso un cambio real para las bulímicas o sus familias, mucho mejor.

¿Por qué se cae en la bulimia?

La bulimia es una enfermedad que se definió a mediados del siglo XX. A mi entender, se ha multiplicado de esta manera debido a los condicionantes sociales y las presiones que se ejerce sobre la mujer. Todo nos obliga a ser perfectas y a responder a todas las demandas que se nos presentan. No hay una única causa: influye la presión social, los condicionamientos familiares y de amistad, la búsqueda de la perfección, la inseguridad… la dolencia afecta a las personas más sensibles, a quienes han intentado siempre contentar a los demás y se han olvidado de qué necesitan ellos.

¿Qué tienen en común las mujeres que padecen esta enfermedad?

Yo creo que las mujeres que tienen bulimia o la anorexia no están satisfechas con el papel que las han obligado a adoptar y el único modo de protesta que tiene es éste. Estas mujeres están furiosas no solamente contra la sociedad en general, sino contra los mensajes que continuamente les mandan diciendo que ellas no valen y que tienen que seguir un cierto patrón de belleza.

¿Este problema tiene mucho que ver en como se perciben los jóvenes en estos días?

Sí, les presentan a una imagen de Britney Spears como modelo a seguir, y después se les culpa de que usan escotes excesivos… pero eso es precisamente lo que están viendo, series de televisión que les impone esta serie de imágenes como ideales. Se les está negando la dignidad y muchas de ellas son menores de edad. Aunque también hay otra vertiente; ahora continuamos siendo jóvenes hasta una edad muy avanzada. Los productos para jóvenes, los programas, la música y demás, lo que lleva implícito es el mensaje de mantenerse joven a toda costa y no creo que sea beneficioso. Nos está obligando a vivir en un círculo, en un mundo cerrado, en que lo único importante es simplemente eso.

¿Qué se puede hacer para una posible solución a la enfermedad?

Una reeducación dietética, apoyo psicológico, una reactivación de los mensajes, trabajar en la autoestima, actuar de una forma conjunta. No sirve de nada que se le dé una terapia psicológica si cuando la chica llega a casa su familia no entiende su enfermedad ni apoya su recuperación.

¿Cómo superó la bulimia?

La bulimia genera sufrimiento, angustia por no controlar tu vida, terror a la muerte y a la soledad, y vergüenza de que te descubran. Es la enfermedad que más suicidios provoca. Las repercusiones también son terribles: erosión de dientes, quemaduras en el esófago o el tubo digestivo por los ácidos gástricos y daños en los riñones o el corazón. Por mi parte, me recuperé hace algunos años, y por suerte no tengo ninguna secuela.

¿Cómo ha sido la experiencia de escribir sobre la enfermedad de la belleza?

Sin ninguna duda ha sido dura, porque he escrito sobre testimonios de casos reales. Había sentimientos a flor de piel, el del caso que contaba y también el de otros parecidos que iban apareciendo. En ocasiones lo pase mal; me cuesta desvincularme de los sentimientos ajenos.

Normalmente, ¿de donde saca sus historias?, ¿de vivencias personales o de la imaginación?

Las dos cosas. La mayoría de las veces no me gusta lo que veo, imagino que como la mayor parte de la gente. Vivimos en una sociedad contradictoria, violenta, cruel incluso, y no me muevo con comodidad en ella. Sin embargo cuando hablamos de literatura estamos hablando de una postura estética que no tiene nada que ver con lo que yo pueda escribir o como pueda reaccionar respecto a la sociedad, sino de que manera quiero enfocar mis novelas o mis cuentos.