Fiesta Floral
En 1998 publiqué mi primera novela, Irlanda: creía entonces que a esa primera novela le seguirían muchas más, y, en general, imaginaba que ser escritora y dedicarme a la literatura era cosa hecha. Han pasado veinte años desde aquello a una velocidad increíble, y me sorprende la determinación y la energía, pero también la ingenuidad, de aquella joven autora.
Cuando me planteé cómo quería conmemorar mis veinte años como escritora pensé en una celebración para mis íntimos, una fiesta en la que congratularnos de una carrera ya larga, pese a las dificultades de este oficio, los altibajos de la crisis y los cambios del sistema editorial; pero no podía olvidarme de mis lectores, lectores que me han acompañado desde la primera novela o que se incorporaron con el Premio Planeta, que acaban de descubrirme o que nunca han leído un libro mío pero sí artículos, o han escuchado las intervenciones de la radio, o las conferencias que a lo largo de los años he impartido casi sin descanso.
Quería entregarles algo que marcara con un gesto festivo el que se ha cruzado este puente simbólico de las dos décadas. En breve se reeditará Irlanda, para quienes deseen algo más clásico. Pero nunca, desde aquel lejano día de 1998, he pretendido ser una autora convencional, ni encerrada en el formato de un libro, y eso lo saben bien quienes me han seguido. Mis microcuentos se han publicado en camisetas, en farolas y cartelería, lo que he escrito ha inspirado zapatos, joyas, obras de teatro, viajes literarios y distintos eventos culturales. Por eso la idea de lanzar un perfume que acompañara una nouvelle, un largo relato de infancia, flores y emociones me pareció el regalo perfecto para mis lectores, y sobre todo, mis lectoras.
Para mí escribir un relato era algo natural, pero ¿cómo acompañarlo de un perfume de calidad y de diseño exquisito, como tenía en mente? Magasalfa fue la encargada de llevar a la realidad este proyecto, y el magnífico perfumista Agustí Vidal quien tradujo lo que anidaba en mi cabeza a una forma física, el perfume Floral. Dentro del frasco azul y negro y dorado hay flores blancas, ciruela, melocotón y cedro, de la misma manera en la que aparecen en la historia. Mi objetivo es que lean, pero que también sientan, un aroma, pero también la capacidad evocadora, tan poderosa, de la narración. Quería que quienes en Navidades compran un libro o un perfume no tuvieran que elegir, y que pudieran obtener Floral más o menos, al precio de uno de mis libros.
Floral puede encontrarse en las perfumerías físicas de Druni y Gilgo, Primor, Arenal, en Marvimundo, Facial, Sacha Canarias, Carrefour y El Corte Ingles, y en sus webs, cuyos enlaces os dejo.
También está en la Fnac, en concreto en Madrid en Callao, Plaza Norte, ParqueSur, Vallecas y Majadahonda. En Barcelona, en L’illa, Triagle, Maquinista y Arena. En Asturias, en Donostia, y en Coruña. Y en su web, aquí.
Y por último, también puede comprarse en mi web, espidofreire.com. Si quieres que sea un regalo en tu empresa, o un detalle para tus invitados o quieres venderlo en tu tienda, librería o tienda cosmética, házmelo saber en info@espidofreire.com.
Solo quedaba celebrarlo con esa fiesta para amigos, rodeada de flores y de aromas, de letras, de gente querida y con la misma sensación de energía e inocencia, de amor por mi oficio y de esperanza de veinte años atrás.
Agustí Vidal, la nariz y el padre de Floral.
La estrella de la noche fue Valentina, la diminuta perrita de The 2nd Skin.co. También nos alegramos mucho de ver a Antonio Burillo, claro, pero creo que tiene asumido que Valentina le eclipsa siempre.
La increíble Aurora Carbonell.
Fernando Marías, querido amigo y escritor imprescindible.
El equipo de Magasalfa, los responsables de que Floral llegue a vuestras manos.
La elegancia y el saber hacer de Nuria March.
Y una representación de los amigos que vinieron a acompañarme: esa familia elegida.
Las fotos (algunas de Nika Jiménez, otras de The Apartment) fueron tomadas en Margarita se llama mi amor, Madrid, el día de la fiesta. Mi vestido era de Hannibal Laguna Couture, una maravilla de seda floreada con escote palabra de honor y falda con diversas capas. La pulsera con moneda romana es de Fernando Gallego. Y, amigas, amigos, Floral es ahora vuestro.