querida2Querido Jane, querida Charlotte
Aguilar, 2004

 

Reseñas: 

>Espido Freire, en el espacio de las Brontë y Jane Austen

En Diari de Tarragona
23 de Febrero de 2004
Por Miguel Lorenci

 

En su libro “Querida Jane, querida Charlotte» reivindica estas escritoras

No es un ensayo ni un libro de viajes, aunque tenga mucho de ambos. ‘Querida Jane, querida Charlotte’ (Aguilar) es, según su autora, Espido Freire (Bilbao, 1974), “un viaje emocional” que la escritora realiza por los borrascosos territorios reales y ficticios de cuatro grandes y admiradas escritoras británicas, las tres hermanas Brontë y Jane Austen, almas gemelas de los afanes literarios de la autora de ‘Melocotones helados’.

Hechizada por sus obras, sus paisajes y sus imaginarios desde hace tiempo, Espido Freire, habitante del norte y licenciada en filología inglesa, se propuso desvelar el enigma de estas cuatro mujeres solteras y pobres, autodidactas, con mala salud, aisladas en el campo en un siglo que no potenció ni mucho menos sus inquietudes intelectuales, y que murieron antes de cumplir los cuarenta dejando una decena de novelas dignas de hacerse un hueco en los anales de la literatura universal. Unas mujeres que llevaron una vida quizá más desgraciada que las de sus personajes.
“Las novelas de Emily y Charlotte Brontë y las de Jane Austen son cruciales y el origen de tantas y tantas novelas rosas, en unas derivaciones que aún hoy están presentes”, asegura Espido Freire. “Jane Austen es el gran modelo en cuanto a construcción de novela, y las hermanas Brontë son la pasión por la literatura, toda la parte bronca, oscura y romántica que implica la novela”.

Las cuatro eran hijas de reverendos, destaca la escritora, que se fija en la fuerte religiosidad que marcó sus vidas y obras, y dice que de las cuatro – Charlotte, Emily, Anne y Jane Austen – es Anne la que ha supuesto todo un descubrimiento realizado a través de sus hermanas.

“Es un recorrido real que realicé hace dos primaveras por los territorios y las ciudades de Jane Austen, y que está en la primera parte del libro, un viaje geográfico, literario y emocional. En la segunda, dedicada a las Brontë, recorro cada una de la habitaciones de la casa que casi nunca abandonaron para ver qué influencia vital y literaria dejó en su obra”, explica.

“También me ocupo de un elemento perturbador y contradictorio, su hermano invisible, Brandwell, el gran mirlo blanco de la familia, que se revela como una inmensa decepción, que morirá tuberculoso a causa de sus excesos y que acarrea la ruina económica de la familia”.

Tenía Espido Freire sublimadas a estas escritoras, pero ahora conoce mejor sus perfiles y revela sus partes oscuras. “He visto las contradicciones. Jane Austen, a quien tenía por una solterona y escritora compulsiva, fue una jovencita frívola que ligaba como una descosida. Charlotte Brontë era egoísta, manipuladora y ambiciosa y Emily vivió siempre para sí misma”.

“Su común denominador es su formación lectora, su férrea formación religiosa e intelectual y su marcada vocación de independencia y su afán por ser escritoras, con lo que eso suponía en su tiempo. Supieron reflejar las contradicciones y las estupideces de la sociedad que las rodeaba: la pequeña burguesía rural, en el caso de Jane, el universo privado de la enseñanza, en el de Charlotte, y la violencia brutal de las pasiones y la degeneración que conllevan, en el caso de Emily y Anne”.
También han sido notables los descubrimientos al escudriñar su vida amorosa. “No fueron vírgenes frías y distantes ninguna de ellas. Todas tuvieron vida amorosa. La diferencia es que en el mundo de Jane Austen el ideal del amor romántico no era tan importante como sería luego y la censura moral no es la que luego se encontrarán las Brontë, que si sufrieron una sociedad cruel, cerrada, pacata, puritana, que comienza a privilegiar la idea del amor-pasión por encima de los demás. Pero sólo Emily, la que nunca tuvo una pasión amorosa real, sublimará esa idea en Cumbres Borrascosas”.

“Como lectora se disfruta más con los personajes de las Brontë que de los de Jane Austen”, dice Espido Freire, aunque puesta a elegir un personaje de este mundo de brumas y sufrimientos prefiere ser Elizabeth Bennet, protagonista de Orgullo y prejuicio, obra maestra de Austen, antes que Katherine, la heroína de Cumbres Borrascosas.