El premio del Ateneo de Valencia

Hace unas semanas recibí el Premio de las Letras que concede el Ateneo de Valencia. El Ateneo se fundó en 1879, cuenta con 3.500 socios  y es una institución en su ciudad, con una biblioteca que alberga más de 53.000 títulos. Además de su incesante labor cultural y educativa, cada año convoca unos premios literarios en las modaliddes de Relato, Poesía y Novela. Además, reconoce con el Premio de Honor el recorrido literario de un escritor que consideran de relevancia por su obra y por su trayectoria.

El Ateneo se encuentra ubicado en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, y las vistas desde sus salones resultan impresionantes. Sin embargo, este año las circunstancias sanitarias nos obligaron a suspender la cena de gala en la que se entregan los premios, a reducir el aforo hasta el mínimo y a un regocijo más íntimo que público.

Ya he hablado en muchas ocasiones de la importancia de este tipo de galardones: no es posible presentarse a ellos, no dependen de una moda o de un triunfo ocasional e indican que una de las funciones de la literatura, la de fijar las historias en el tiempo, se continúa cumpliendo, al menos en vida del autor.

2020 11 20 22 33 14 430 01 Copy

 EspidoAteneoValencia

El Premio en sí mismo es una contundente pieza de metacrilato grabado, muy pesado, pero de línea elegante y discreta.

EspidoAteneoValencia6

EspidoAteneoValencia8

EspidoAteneoValencia7

EspidoAteneoValencia2

EspidoAteneoValencia10

EspidoAteneoValencia3

Los años pasan volando, y pronto cumpliré 25 años de carrera. La juventud, que parecía eterna, cede ante lo inevitable. Incluso las primeras ambiciones se adaptan, de manera casi imperceptible, a la realidad: siempre tuve claro que escribir formaría parte de mi vida, pero desconocía por completo a qué me conduciría, ni por cuánto tiempo estarían los lectores interesados en lo que escribía.

Un inicio temprano, como fue el mío y el de tantos autores de mi generación, no garantiza nada. A lo sumo, a veces, un hartazgo prematuro, un desengaño e incluso un abandono. De los que comenzamos entonces, cuántos se han quedado por el camino. Cuántos, en algún momento, regresarán, más maduros, más centrados, con algo qué decir en otro momento.

EspidoAteneoValencia11

Se habla mucho del talento, de la sensibilidad y de las vivencias que deben conducir a un autor hasta su historia. En muchos menos casos se menciona el estudio, la formación, la disciplina que requiere. En casi ninguno la suerte. Y sin embargo, esta última resulta clave, y muchas veces se muestra caprichosa. Resulta mucho más tranquilizador el achacar nuestros éxitos al mérito propio; el azar, en cambio, participa en nuestras carreras y nuestros reconocimientos en muchas más ocasiones de las que nos gustaría reconocer.

Otras veces olvidamos el inicio de esta pasión, que comienza, casi siempre, con la fascinación que como lectores sentimos hacia los libros. En la lectura se encuentran los conocimientos y las historias de las que nos nutrimos, con las que aprendemos tanto a escribir como, en muchas otras ocasiones, a comportarnos en una sociedad cada vez más compleja, rápida y convulsa. Librerías y bibliotecas, clubs de lectura y congresos recuerdan que no somos los únicos protagonistas de nuestra historia, sino que nuestro libro es, con suerte, uno más en toda una lista inacabable.

Así deben, a mi juicio, entenderse los premios. Como una excepción, como un inesperado regalo, como una pausa en un camino largo y una señal de que esa es la senda por la que debemos continuar. El resto se lo llevará el tiempo, como tantas otras cosas, a cambio de brindarnos experiencia, vida y conocimiento.

2020 11 20 22 35 35 179 01

 EspidoAteneoValencia13

EspidoAteneoValencia4

EspidoAteneoValencia14

EspidoAteneoValencia15

EspidoAteneoValencia16

El otoño del Retiro de Madrid sirvió como escenario de esta sesión de foto de Nika Jiménez. El vestido es una creación de Alicia Rueda. Los pendientes antiguos me los regaló una de mis alumnas tras un curso en San Sebastián.

Hats&Horses Mallorca

La semana pasada se celebró la primera jornada de Hats&Horses en Mallorca: fui la madrina del evento en la primera edición de Menorca, y como parece que les traje suerte, me pidieron que lo fuera también en esta, algo a lo que accedí encantada.

A menudo se malinterpreta las razones por las que aparezco en eventos no literarios: sigue imperando el prejuicio de que un escritor debe vivir entregado a su arte, y alejado del mundo. Sin entrar en que grandes autores han sido (y son) auténticas mariposas sociales, en mi caso si doy visibilidad a algo ajeno a mi trabajo o para lo que no trabajo se debe a razones bien meditadas.

Así es con Hats&Horses, una idea que Ari Vilalta, muy querida y antigua amiga  y fundadora de Driven se trajo de Ascot. ¿Qué me encajó de esta propuesta, que está en pleno crecimiento?

-La lleva a cabo un equipo pequeño, mayoritariamente femenino, que cree que la creatividad es una clave importante para cambiar la comunicación.

-Se trata de una iniciativa que se aleja de la promoción turística convencional en las islas. Es un sector con el que trabajo a menudo, en un intento de dotar de contenido cultural al turismo de sol y playa.

-Recoge el legado antiquísimo de la relación entre los caballos y el Mediterráneo, en particular con lo balear, algo por lo general poco conocido y que el viajero convencional no asocia a las islas.

-Potencia los productos locales, y es una fantástica plataforma para que pequeñas marcas artesanales y exquisitas, como pueden ser Rita Zaid o Montesinos Vilar, puedan darse a conocer. Ambas (y otras) son emprendedoras que persiguen un sueño y a las que me parece importantísimo apoyar. Por otro lado, en un entorno con invitados y asistentes internacionales, yo visto y muestro siempre marcas españolas.

-Nos propone un día diferente, una fiesta en la que la fantasía, la elegancia (o lo que cada uno considera como tal) encuentra un espacio. Por elitista que pueda parecer, la entrada a Hats&Horses se pone a la venta para todo tipo de públicos, y se encuentra en el rango de otro tipo de festivales o eventos populares.

-Y es tan, tan divertido, el tiempo y el cielo resultan siempre tan luminosos, me permite olvidarme de tan manera de problemas y de la rutina que no necesito ni excusas, ni explicaciones, ni que me animen mucho. Si alguna vez podéis encajarlo en vuestras escapadas o vacaciones, probadlo: no me cabe duda de que repetiréis.

hatsMallorcaEspido0

hatsMallorcaEspido1

hatsMallorcaEspido2

hatsMallorcaEspido8

hatsMallorcaEspido4

hatsMallorcaEspido5

hatsMallorcaEspido7

Presenciamos varias modalidades de deporte hípico; las carreras como tal, la doma clásica, los ejercicios de exhibición de la Real Federación Hípica de las Islas Baleares… Pude acercarme a los caballos y acariciarlos, y hablar con los dueños, que es la mejor parte de este día.

hatsMallorcaEspido3

hatsMallorcaEspido11

hatsMallorcaEspido10

No todo son caballos… un invitado inesperado intentó colarse en mi bolso.

hatsMallorcaEspido9

Ya conocía este tipo de carreras del Hats&Horses de Menorca. Y aunque no disfruto apostando, me gusta mucho ver la pericia y la habilidad con la que corren estos trotones.

hatsMallorcaEspido13

hatsMallorcaEspido12

hatsMallorcaEspido14

hatsMallorcaEspido15

Aunque no formé parte del jurado, me encomendaron que entregara el premio a los más elegantes de la jornada, que recayó sobre Ilona Novackova y Esteban Mercer, respectivamente.

hatsMallorcaEspido17

hatsMallorcaEspido16

Los créditos, en esta ocasión, son muy extensos. Comienzan por el precioso vestido de The 2nd Skin Co, de la colección invierno 19/20 Lucky 27. Muy armado, pero cómodo, con un estampado de loros en tonos de lo más apropiado para esta época, es también ligero. Lo combiné con las sandalias de tiras Yuriko X de Lodi y el exclusivo clutch Aisha de Rita Zaid, con los apliques de rubí, y un anillo de la misma firma a juego. Todos los bolsos joya de Rita Zaid pueden personalizarse en acabados y apliques intercambiables. La pamela, espectacular, era obra de Montesinos Vilar, que la confeccionó especialmente para mí. El maquillaje corrió a cargo de Xisca Boch, y las fotografías, como suele ser habitual, son de Nika Jiménez.

El Premio Cervantes e Ida Vitale

Había leído muy poco de la obra de Ida Vitale, la prestigiosa autora uruguaya que ha sido premiada con el Cervantes 2018, y ese poco  a raíz de su premio Reina Sofía 2015. Los premios que se otorgan a toda una vida reconocen una labor que a menudo no tiene que ver con el éxito comercial ni la visibilidad en librerías. 

Ida escribe poemas breves, metaliterarios, esencialistas. Estos días muchas personas han leído algunos de ellos, han sabido de su relación con Onetti o con Octavio Paz. El más celebrado ha sido Fortuna, en el que habla del recorrido de la mujer. Podéis leer un puñado de ellos aquí. Yo me quedaría con estos versos de «Mes de Mayo»: 

Escribo, escribo, escribo
y no conduzco a nada, a nadie.

Sea como sea, la lectura de los poemas de Ida Vitale me ha parecido conmovedora, pero más que el mensaje literario y el ejemplo que esta señora menuda, casi centenaria, transmitió en su discurso de aceptación del Premio. Una defensa de la belleza y el poder del lenguaje. Rara, muy rara, su espontaneidad, la de una poeta que se ríe de sí misma y de los otros poetas y de la carrera literaria, incluso. Hace unos años afirmaba «Es elegante decir que los premios no significan nada, pero… ¡Caramba!» 

Como todos los años el 24 de abril coincidimos escritores, antiguos premiados, académicos, críticos, editores e intelectuales bajo la hospitalidad de los Reyes en el Palacio Real para celebrar la vida y obra del premiado. A menudo será la única ocasión que tengamos para conocerlo, por mala suerte, edad o circunstancias. Ha sido un honor coincidir con esta autora extraordinaria, y será un dilatado placer en el tiempo adentrarse en su obra. Porque, como ella dice, «Las palabras son nómadas, y la mala poesía las vuelve sedentarias». 

EspidoCasaReal1

EspidoCasaReal2

EspidoCasaReal4

EspidoCasaReal7

EspidoCasaReal6

EspidoCasaReal8

EspidoCasaReal3

EspidoCasaReal9

Para la comida en el Palacio Real, me decanté por los mismos nombres que para el premio De Pura Cepa. María Barros, que con su rostro angelical y su exquisito gusto podría pasar por una Chanel joven, firma el vestido azul Klein, drapeado y con volúmenes. Los zapatos fueron mis preciosos Magrit de raso rojo, con cristal Swarovski. Se empaparon al llegar al Palacio (de hecho, me metí en un charco hasta el tobillo), pero han superado cosas peores y siguen como el día de su estreno. De Rita Zaid, cuya historia de origen y creatividad os conté en el anterior post y que podéis leer aquí llevé un clutch espectacular en piel dorada, con aplique de granate. Las fotos son de Nika Jiménez.  

De Pura Cepa

El tiempo es esa gota de agua que se encarga de convertirte a ti, que eras una roca, en un canto rodado. Al menos eso parece cuando los premios a una obra o a una novela dejan paso a los que valoran toda una carrera o una trayectoria. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Dónde se fueron los útlimos veinte años, cómo pudieron pasar sin casi enterarme?

Al parecer, y según el amable criterio de TV Rioja los míos no se han volatilizado, y por eso decidieron entregarme el pasado día 3 de abril uno de sus premios De Pura Cepa. Si el año pasado fue Lorenzo Silva quien lo ganó en la categoría de Literatura, este año los amigos riojanos han decidido otorgarme un premio que reconoce el talento, el trabajo, y el haberse convertido en un referente en la profesión.

 
EspidoRioja2

EspidoRioja1

Los Premios se entregaban en el Restaurante Delicatto, de Logroño, si bien yo salía desde el hotel Gran Vía

EspidoRioja3

EspidoRioja4

 

EspidoRioja6

EspidoRioja7

EspidoRioja8

EspidoRioja10

EspidoRioja511

La fiesta estuvo precedida por la entrega, y por la proyección de vídeos que recorrían la trayectoria de cada ganados. Os podéis hacer una idea de cómo fue si pincháis aquí. El trofeo imita la curva de una barrica. 

EspidoRioja12

EspidoRioja13

Aquí, los sospechosos habituales: José Mercé, Anne Igartiburu, David Guapo, Carmen Ruiz (que no pudo acompañarnos) y Jon Plazaola. No se puede tener compañeros de premio más divertidos y generosos, ¡Éxitos por muchos años a todos!

EspidoRioja14

EspidoRioja15

Hubo tiempo para firmar algún libros, para charlar con lectores, para entrevistas…

EspidoRioja16

EspidoRioja17

EspidoRioja18

Para hacer un poco el tonto…

EspidoRioja19

Sí, el tiempo pasa. Veintiún años ya desde que publiqué mi primera novela. Erosiona, transforma… pero también pule. Y es hermoso que los lectores nos acompañen en ese proceso, que nos vean primero crecer y luego envejecer. Ahora no siempre hay espacio para presenciar el desarrollo de una carera.

Si esa noche, pese a la progresiva afonía que sufrí, parecía descansada y con aspecto humano, se debe al talento de las chicas de Hermosilla Esteticistas, que, además de unas eficientes profesionales, son de un trato exquisito. 

El vestido que llevé esa noche es un diseño de María Barros, la diseñadora gallega a la que tanto admiro: le dio un nuevo giro al vestido negro clásico, con un escote palabra de honor con volumen y construcción arquitectónica, y un toque blanco. Escogí unas sandalias de Beverly Feldman, de ante negro y bronce,  y unos pendientes de azabache que compré en Argentina en 2000, durante la gira del Premio Planeta. En realidad, quería cederle el protagonismo al clutch de Rita Zaid, una marca madrileña que acabo de conocer y cuya filosofía me atrae mucho. 

Todo comenzó en 2016, a raíz de la conversación entre una madre y una hija: si les gustaban las gemas y la joyería y les encantaban los bolsos y zapatos, ¿por qué no convertir en realidad la idea de un “complemento joya”? Esos procesos no resultan sencillos: se necesita un taller que fabrique los bolsos con la calidad  y el plazo requerido, y con pequeñas tiradas. Si eso resulta ya complicado, la idea que tenía Rita Zaid iba más allá de  personalizar la piel, los colores… Al incorporar la joyería, que une a diferentes artesanos a partir de un diseño original, eso incluía diseños, moldes con un prototipo, y el proceso final: fundición, soldado, integración del sello y marca de la firma,  timbrado, pulido, engastado… y además, ¿poe qué no intercambiar las piezas en diferentes complementos? 

En Rita Zaid me cuentan que de todo este proceso con el que más disfrutan es con el de escoger las gemas. Me lo creo: cuando he presenciado cómo se trabaja en joyería, creo que es la parte que más me atrae, cuando todo es posible. Hay algo muy especial es lucir una prenda exclusiva, algo que refuerza esa diferencia. Fue un placer lucir este clutch delicadísimo, en piel de color bronce, pero forrado de ante rojo, y con una joya de coral.  

Las fotografías en las que aparezco sobre el escenario son de TV Rioja. El resto fueron tomadas por Nika Jiménez, De nuevo, muchas gracias a todos. 

Caminos que se cruzan

La química no solo se produce entre personas: hay veces en las que algo tan abstracto como una marca, o tan general como una marca representa valores más cercanos que los que otras personas encarnan.

En tiempos de fugacidad y de demanda veloz, con comida rápida, moda de consumo apresurado y ¿por qué no decirlo? de libros de usar y tirar, los vínculos y las conexiones van más allá de los productos y tienen que ver con la filosofía con la que se vive y se elabora algo querido.

Hay siempre un vínculo entre el arte y la artesanía que tiene que ver con el primor, con el deseo de realizar algo único y la relación íntima entre las manos o la mente de quien crea algo y su creación. De eso habla #Craftyourway, la campañana de Pikolinos en la que participo, y en la que varios artistas contamos qué es importante para nosotros.

Yo hablo, por ejemplo, de cómo en lo que hago, sea escribir, o difundir, o impartir una conferencia, me preocupo por el cuidado por la calidad y de cómo  intento, más allá de las modas y de las tendencias, sobrevivir en el tiempo. De cómo se haga lo que se haga, resulta importante  no perder la esencia. De lo esencial (a ellos he dedicado varios libros) de encontrarnos a gusto  y cómodos en nuestra propia piel, en nuestras propias ideas.

Por otro cauce y de otra manera, el fundador de Pikolinos, Juan Perán, se preocupó por lo mismo; desde que era un adolescente que aprendió a cortar las piezas de piel, y decidió que para él, fueran zapatos de mujer o de hombre, lo esencial sería la comodidad, la calidad y un estilo propio. Cualquiera que haya sacado un sueño adelante, sea una empresa o una novela, una oposición o una vocación muy ansiada, sabe que el camino se retuerce, y que se precisa de una voluntad férrea, de muchos años y de mucho trabajo oculto para conseguirlo. De eso se trata en #Craftyourway; de que no hay atajos, de que el sendero es el que es y las recompensas (eso es lo mejor) saben bien precisamente por eso.

EspidoPikolinos15

EspidoPikolinos17

EspidoPikolinos16

EspidoPikolinos18

EspidoPikolinos14

EspidoPikolinos10

EspidoPikolinos12

EspidoPikolinos11

EspidoPikolinos13

EspidoPikolinos9

EspidoPikolinos19

EspidoPikolinos6

EspidoPikolinos4

EspidoPikolinos3

EspidoPikolinos2

EspidoPikolinos1

Los zapatos de corte mocasín de las primeras imágenes son el modelo Aragon Ocean. Las sandalias troqueladas que llevo en El Retiro son las Saint Martin Marfil; y las sandalias doradas finales son las Denia Stone. Las fotos fueron tomadas en las distintas localizaciones de Madrid en las que se grabó el spot, (el restaurante Bump Green, el parque de El Retiro y la librería Los Editores) por Nika Jiménez.

La extravagancia del rojo

Los sueños siempre tienen algo de extravagancia. La infancia, que es el espacio en el que se originan la mayoría de ellos, también ofrece ese momento de juego y de posibilidades, de desear que lo de arriba esté abajo y lo de abajo arriba, y que no exista nada serio, que la ropa sea una mezcla de prendas mágicas y de disfraz.
No sabía qué me esperaba en el evento de Hats and Horses en Menorca, salvo que si lo organizaba Ari Vilalta me lo pasaría bien. No imaginaba que tendría ese ligero sabor británico, algo que por otra parte podría haberme supuesto, si mezclábamos caballos y sombreros.
El programa Flash Moda, de RTVE, que ayer cubría en su programa este evento, me preguntaba qué encontraba de especial en este tipo de celebraciones. Mi respuesta es la misma que daba en el primer párrafo: que me permiten convertirme en otra persona, jugar en otro ambientes, vestirme como no suelo hacerlo. En un país en el que todo nos define (las marcas que usamos, nuestra ciudad de nacimiento, nuestros estudios), un país con un eterno miedo al ridículo y al qué dirán, a mí me permiten escaparme a un terreno imaginario en el que puedo tomar el té vestida de rojo con un caballo que habla y que tiene que dejarme porque corre en unos minutos su carrera. Y entonces las plumas de mi sombrero me advierten de que ya he echado azúcar al té, y el pez de mi collar me riñe y me dice que más me vale estar más atenta, que la vida se escapa a toda prisa y no voy a ser una niña para siempre.
 
EspidoHatsHorsesMenorca9
 
EspidoHatsHorsesMenorca12
 
EspidoHatsHorsesMenorca3
 
EspidoHatsHorsesMenorca6
 
EspidoHatsHorsesMenorca8
 
EspidoHatsHorsesMenorca10
 
EspidoHatsHorsesMenorca5
 
EspidoHatsHorsesMenorca7
 
EspidoHatsHorsesMenorca14
aaaa
EspidoHatsHorsesMenorca2
 
EspidoHatsHorsesMenorca1
 
EspidoHatsHorsesMenorca13
 
El precioso vestido rojo que inspira este texto es de Wild Pony, y su fruncido y tejido ligero lo convierten en perfecto para un día un poco especial, o para convertirlo solo con lucirlo. Las sandalias metalizadas son de Mango.
El clutch lo compré en Nueva Delhi, en un viaje, y el collar de vidrio balear lleva también muchos años conmigo. El sombrero que luzcoo más correctamente, la pamela, de rafia y plumas negras, lleva la firma de Eflamencas, y la peluquería y la belleza ese día fueron responsabilidad de Tacha Beauty . Las fotos las tomó Nika Jiménez en el Hipódromo de Menorca.

Las Artes del Yute

Cuando me nombraron Embajadora del Yute de Caravaca sabía que me vinculaba a un sector de gran arraigo en la provincia de Murcia, a una tradición artesanal que se remontaba a siglos, y a un sector de la moda, el del calzado, que debe innovar constantemente no solo en diseños, sino también en tecnología. Ligereza, ergonomía y salud son palabras que manejan constantemente. Además, el yute es un producto que procede de la naturaleza y acaba en la naturaleza, y por lo tanto, muy sostenible.

En el II Festival de las Artes del Yute, Youte, al que acudí este pasado fin de semana, continué aprendiendo más: ya en 1556 una ordenanza de zapateros regulaba el dumping, la bajada de precios desleal para la competencia. Es decir, que el trabajo primero del cáñamo para la elaboración de las suelas del calzado, y después, cuando éste fue prohibido, del yute, ha producido trabajo en la región durante generaciones; y lo sigue haciendo, porque a diferencia de otras industrias, esta no se ha descentralizado.

La parte más tecnologizada del proceso pude verla en la visita a dos fábricas muy distintas: la de Kanna, que produce también calzado de invierno, y la de María Victoria, que me enseñó en el muestrario los diferentes gustos que los clientes internacionales muestran. La más artesanal pude verla en directo, mientras las expertas cosían con punto de ojal las alpargatas que los niños habían diseñado para un concurso dirigido a ello. En apenas un día, cosieron la suela y la tela de 110 pares de alpargatas de tamaños muy diferentes.

El Festival, que reunía algunas de las marcas más destacadas de la región, que exhibían y vendían sus productos a precios más reducidos, tenía lugar en un palacio abandonado durante siglos, el Patio Monumental de los Jesuitas, con música en vivo, y rincones donde los zapatos y los complementos aparecían entre las piedras centenarias. Un paraíso para los amantes del calzado: alpargatas para todos los gustos. Con la guía de Salva Gómez, las fue viendo todas: las clásicas valencianas, y las más sofisticadas de lentejuelas, raso o desflecadas. Planas o de cuña. Las de novia, o de crochet, o de cuero. Abiertas o cerradas.

El yute no se acaba en el calzado: Inés, de Montesinos Vilar, me enseño cómo sobre el más fino trenzado de yute, con una horma de cabeza, una plancha y exquisito mimo podía crear tocados y sombreros. Así elaboró el panamá Melocotones Helados, una pieza única que recoge todo el mundo de esta sensible artesana y parte del mío literario.

El resto de las empresas que visité son Kanna, Maypol, Casteller, Clara Durán, Carmen Saiz, Maria VictoriaConchisa, Lofs, centrada en calzado tecnológico, Senda Shoes, Esparteñas Helena, y DFelino, dedicadas sobre todo al calzado. Las otras firmas se centran en bolsos y complementos y son Anna&Robert, con carteras y bolsos, Montesinos Vilar (la de los fabulosos tocados), Rocai Spirit, monederos y bolsos, y Colton Foter, pajaritas. Recordad estos nombres, porque me vereis mencionarlos en adelante.

Queda mucho por hacer por el Made in Spain y por el calzado español. Falta conocerlo y valorarlo, saber qué historias se esconden detrás y el mundo que muchas firmas están creando. Mi compromiso con él y con otras industrias tan interesantes, y con tanto arraigo como esta, ha sido siempre constante. Ahora, lo renuevo y espero mostrar y difundir, como Embajadora, sus productos, su filosofía y su trayectoria.

Espidoyute1

Espidoyute3

Espidoyute4

Espidoyute5

Espidoyute13

Espidoyute8

Espidoyute11

Espidoyute14

Espidoyute6

Espidoyute12

Espidoyute10

Espidoyute9

Espidoyute7

Las fotos fueron tomadas en Caravaca de la Cruz, en los distintos puestos del Festival del Yute, y en las fábricas antes mencionadas, por Nika Jiménez. El vestido amarillo con estampado de mariposas (que, muy acertadamente, en mi Instagram calificaron de Macondiano, porque recuerda a las mariposas amarillas que acompañan a uno de los personajes de Cien años de Soledad) es de Dolores Promesas Heaven, así como la falda azul con la que recogí mi certificado y el vestido de gasa estampado que aparece en las imágenes. En el clutch de terciopelo verde con un camaleón habréis reconocido a Mibúh. Las alpargatas de ante y doradas que llevo con el vestido macondiano son de María Victoria y las que acompaño con la falda azul, de Maypol.

Los zapatos cómodos se hicieron para caminar, y el sendero es largo. Allá vamos.

Influencers: un premio

 

Las palabras aparecen y caen en desuso, se llenan y se vacían de significado, y una de las que ha experimentado ese proceso es la inglesa Influencer. Quizás se ha extendido con tanta facilidad por su similitud con el término español, influencia, y porque influyenteinfluencia se asociaban ya a otros campos, mientras que palabras como prescriptor, figura relevante u opinión autorizada resultaban más especializadas o fórmulas compuestas. 

Sea como sea, influencer se  asocia a la persona que ejerce un liderazgo, que marca o  descubre tendencias en un campo determinado, y que transmite gran parte de esa influencia en el terreno digital.

Cuando la revista Influencers, especializada en nuevas tendencias (su lema es Que el futuro no te deje atrás) y en detectar personajes influyentes, me comunicó que deseaba otorgarme su primer premio en la categoría de Cultura me sentí muy agradecida y con la sensación, que no siempre tengo, de que el trabajo de difusión y de creación de contenidos que llevo a cabo en mis redes sociales seguía dando sus frutos.

Los ganadores eran personas como Los Javis en Dirección de Cine, Patricia Conde y Javier Gutiérrez como actriz y actor, Agatha Ruiz de la Prada en la trayectoria empresarial y Nasrin Zhyyan Abdi y Massumeh en lujo, Gema Hassen Bey en superación personal, y Flash Moda en Televisión, entre otros. Y fue un orgullo encontrarme con ellos y entre ellos en esa I Gala.

En un momento determinado tomé la decisión de apostar por Instagram, mientras muchos de mis colegas escritores se centraban en Twitter: la primera me requeriría mucho más trabajo y esfuerzo, tal y como yo la concebía, pero también una visibilidad de imagen y de temas más eficaz. Exigía también un nivel estético mínimo y entender la filosofía de una red a menudo despreciada por generaciones mayores. La segunda, Twitter, siempre estaría ahí para recomendaciones.  literarias, artículos o titulares.

Por otro lado, decidí que el blog no se centraría en temas literarios. A esos ya le dedicaba muchas horas semanales, y constituían mi trabajo habitual. Otras facetas menos conocidas, las colaboraciones con marcas, los viajes, o propuestas diferentes alimentarían ese contenido. Nuevamente, me he encontrado con gente que no ha entendido mi decisión, y que consideran que una escritora debe centrarse en temas estrictamente literarios o de alta cultura, y con otras personas encantadas con mi trabajo. Lo cierto es que tanto mi Instagram como el blog han gozado de un enorme éxito y un gran seguimiento, me han proporcionado nuevos lectores y oportunidades de trabajo, una cercanía mucho mayor a un público entregado e involucrado, y numerosos reconocimientos.  

El lenguaje, la extensión y la elección de los temas que se destinan a las distintas redes varía: y no tienen mucho que ver con la manera en la que se escribe en medios convencionales, y mucho menos en novelas o ensayos. El vínculo que se crea con el seguidor en medios digitales poco tiene que ver con el creado con el lector tradicional, de la misma manera en la que una conferencia no refleja la labor escrita de un autor. Resulta importante que el escritor comprenda eso, y que sea consciente de que será leído, apreciado o juzgado con severidad por quienes esperen un único registro o una única visión.

Por mi parte, me siento cómoda con los distintos grados de profundidad  y de difusión y con las visiones poliédricas. Mis obsesiones literarias y personales no han variado, pero tratarlas de manera diferente según el medio al que se destine oscila entre el reto y el juego. Tampoco mi nivel de exigencia, ni el deseo de compartir mi universo particular, ni la aspiración a la excelencia. Crear un contenido para medios digitales, trabajar de manera estrecha con márketing o diseñar una estrategia de producto  se ha convertido en algo familiar para mí, tanto como la pedagogía de la creación literaria, la teoría comparada o la creación de un programa para cursos universitarios. Y agradezco de todo corazón a quienes hacen que eso sea posible y valoran y premian lo que nadie puede negar: mi pasión por mi trabajo.

EspidoHannibal4

EspidoHannibal13

EspidoHannibal1

EspidoHannibal3

EspidoHannibal5

EspidoHannibal6

EspidoHannibal7

EspidoHannibal10

EspidoHannibal9

EspidoHannibal11

EspidoHannibal12

Para la I Gala de los Influencers Awards escogí un precioso vestido de tul negro de múltiples capas, bordado con cristales Swarovski, de Hannibal Laguna. Pertenece a la colección de primavera 2018 de Hannibalisimo, es muy ligero y largo hasta el tobillo. Los zapatos eran unos Lodi personalizados en dorado y cobre. Las fotos las tomó Nika Jiménez en el Museo Cerralbo, una joya relativamente desconocida en Madrid, y un museo fascinante en un palacete del siglo XIX, pensado desde su origen para exhibir los tesoros que su dueño coleccionaba. Un auténtico influencer de su tiempo.

Colores elegidos

La naturaleza no cuenta con colores adecuados o prohibidos: el más abundante, el azul, en el cielo y en el agua, resulta escaso en flores o frutos. El verde cubre campos que se convertirán en dorados y ocres, y los púrpuras aparecen en el brezo, las flores de la digital y la buganvilla.

Sin embargo, desde el inicio de la sociedad humana el color se convirtió en un patrimonio de clase: los tejidos para el pueblo llano se teñían con los tintes más baratos, pardos y verdes, que eran, además de fáciles de obtener de cortezas y hierbas, sufridos y fáciles de mantener.  Determinados tejidos con hilos de oro, los rojos intensos, o los violetas quedaban reservados, por ley y por precio, a las clases dirigentes o al emperador.

Resulta curiosamente democrático el que el color escogido este año por Pantone sea el Ultraviolet 18-3838. En tiempos recientes lo asocian a la imaginación, la modernidad y la brillantez. En otro momentos era un color carísimo, que se extraía de las conchas que se recogían en lugares concretos del Mediterráneo: las vulgares cañaíllas que comemos con gusto escondían la púrpura de Tiro, el tinte más caro de la historia, reservado a quienes regían el destino del imperio romano. Incluso cuando se descubrió la anilina, por puro azar, por cierto, y por lo tanto, se abarató significativamente ese tinte, las emperatrices con más influencia del momento, Eugenia de Montijo y Sissi de Austria, que competían en belleza, retomaron el violeta como color de moda, ya teñido con una sustancia sintética.

La última zarina rusa, de la que hablo en Llamadme Alejandra, cosechó todo tipo de críticas por tapizar su gabinete privado con metros y metros de tela en este color. Alejandra, que no atinaba nunca del todo con la moda del momento, fue percibida como anticuada y aburguesada: el violeta había tenido su momento treinta años antes.

Y este año, en el que el feminismo ha gritado alto y al unísono, en el que el color que lo representa ha sido nombrado color del año. El violeta relegado a los nazarenos, al alivio de luto y a la curia eclesiástica regresa a las calles para tomarlas.

Espidofruta6

Espidofruta7

Espidofruta5

Espidofruta3

Espidofruta1

Espidofruta4

Espidofruta8

La camisa de lino negro y el pantalón violeta de talle alto son de Mango. Prendas anchas, pero bien estructuradas, que favorecen mucho más de lo que a priori parecería. Podéis encontrar el bolso de charol y terciopelo, con la banda dorada, en Agudiza el ingenio, una marca español que mezcla acción y comunicación. El que yo llevo se llama Afrochic Jirafa Azul. Y los salones negros, con su original estampado de limones, es de mi querido Paco Gil, cuya fantástica colección podéis ver aquí. Las fotos fueron tomadas en Frutas Nieves, en General Díaz Porlier, Madrid, por Nika Jiménez.

La línea roja

Este es uno de los proyectos que me alegra compartir, porque reúne todo lo que me hace feliz: la creación y la belleza, la originalidad y la colaboración, y, por último, el deseo de que todo lo que se piensa, hace y escribe sirva para aportar algo a alguien, no necesariamente un lector.Un proyecto precioso, femenino y que durará lo que una amapola.

Una línea roja une en mi relato el pasado con el presente, el deseo de una niña con el paso de una mujer. Eso, y muchas otras cosas, narra el relato que escribí para la exposición que ha comisariado Kenzo Parfums, cuyas obras se subastarán bajo su cuidado, con un propósito especial: que los beneficios se destinen a Primera Infancia de Cruz Roja Española.

Nueve obras, de nueve mujeres (yo soy la única escritora: entre las artistas se encuentran Brianda Fitzjames Stuart o Lulú Figueroa Domecq, además de María Herreros) que podrán verse en la galería hasta el 11 de marzo, de 11:00h a 19:00 y por las que se podrá pujar aquí.

Las obras celebran la belleza, la alegría, la fuerza, el poder y la serenidad que refleja la amapola, con su labor secreta y callada de embellecer el mundo. La amapola, además de ser la esencia de Flower by Kenzo,  es uno de los símbolos que representan la oposición a la violencia, y el deseo de una realidad mejor.

EspidoKenzo10

 

EspidoKenzo15

 

EspidoKenzo8

 

EspidoKenzo1

 

EspidoKenzo6

 

EspidoKenzo2

 

EspidoKenzo7

 

EspidoKenzo17

 

EspidoKenzo19

 

EspidoKenzo20

 

EspidoKenzo18

 

EspidoKenzo21

 

EspidoKenzo14

El vestido de seda  azul marino, de corte irregular, con el minucioso trabajo de originami en el tejido es de Kenzo, como también el bolsito multicolor Minisailor. Los zapatos de tacón rojo son de Calzado Cristina Valdivieso. Las fotos las tomó Nika Jiménez en Ciento y pico, Velarde 14.