Premio Letras del Mediterráneo
Durante el próximo año aparecerá al menos un nuevo libro con mi firma: se titulará El misterio del arca; una aventura en el Mare Nostrum, lo publicará en abril Anaya Infantil y Juvenil y retoma el personaje de Marco, en la Hispania Romana del siglo I, que tantas alegrías me ha dado con El chico de la flecha.
Es más, llega ya con una buena noticia; el libro nace respaldado por el Premio Letras del Mediterráneo, que convoca la Diputación de Castellón, y que el pasado día 17 de enero se hizo público como podéis leer aquí.
El premio cubre cuatro modalidades, Novela Romántica, Novela Negra, Narrativa y Novela Histórica. En esta última he sido yo la ganadora, y en las otras lo han sido, respectivamente, Lola P. Nieva, Pere Cervantes y Paz Castelló.
Para mí resulta muy importante el que a la literatura destinada a los jóvenes se le dedique un cuidado y una calidad comparables a las de las obras de los adultos, o incluso superior. No es algo que esté dispuesta a negociar. También creo que nos ofrece una incomparable oportunidad para enseñarles algo más que lo aprendido en las aulas: en mi caso, aprenden historia y se familiarizan con el mundo clásico, discuten valores como la responsabilidad, la importancia de tomar buenas decisiones y la integridad, y, cómo no, viven aventuras. Y esta novela les llevará a la costa y las montañas cercanas al Mare Nostrum, aprenderán cómo se viajaba en aquella época, y recorrerán los mismo lugares que, si quieren, pueden encontrar hoy en día en Castellón.
Un premio así no solo es un premio; supone un compromiso para la difusión de una obra, y, en mi caso, me involucro por completo. Tengo la suerte de contar con un magnífico editor, Pablo Cruz, que junto con su equipo, me facilitan todo lo que pueden y completan lo que a mí se me escapa. Sé que en este caso, la Diputación de Castellón, con Javier Moliner al frente, apuestan por este premio y por esta manera de difundir el patrimonio cultural y turístico de la zona. Ahora solo faltan que los lectores respondan, como siempre han hecho y que los chavales, con el libro en la mano, viajen con alas de papel.
Para una ocasión que no dejaba de ser especial, pero que se celebraba de día, escogí una camisa de crepé blanco de Mango, una falda de tul midi con flores de terciopelo negro firmada por Alicia Rueda, de la colección White Alice que fue la clave del look. Lo combiné con unos salones plata de Lodi, de diseño único, de los que ya os hablaré, con joyas de Uno de 50, (el collar Luna Llena y los pendientes Luna Llena, de la colección Oasis) y un precioso clutch Simplicity de Mibúh, con un original trabajo de terciopelo blanco y plumas. Las fotos fueron tomadas por Nika Jiménez por MypenCamera en FITUR.